Siempre me ha gustado trabajar con personas y comenzar un trabajo con una buena conversación. Para conseguir una buena fotografía hay que saber escuchar al cliente para conocer lo que espera de su imagen.
Una vez que capto lo que busca un cliente en la fotografía me centro en los aspectos técnicos como elegir la luz adecuada para su rostro, estilos, etc.
Al principio mis fotos buscaban un tema, un porqué, pero con el tiempo (o la edad, no lo sé) las justificaciones son cada vez menos frecuentes y simplemente hago lo que me apetece y que el resultado hable por sí solo.